Desalojos en territorios indígenas en Honduras:

Impactos sobre las mujeres

Descargar el informe

Los desalojos en Honduras son parte de una estrategia estructural que combina intereses estatales y privados para apropiarse de territorios ancestrales, e incluso trabajan en conjunto en la creación y aprobación de leyes que norma la violencia usada para apropiarse de los recursos, en contravía de los derechos constitucionales e internacionales que protegen a los Pueblos Indígenas.

  • Este estudio documenta los impactos que los desalojos tienen sobre las mujeres indígenas en Honduras, situándose en un marco histórico de despojo estructural, sistemático con elementos de racismo y patriarcado. A través de un enfoque interseccional, se revela cómo los desalojos no solo implican la pérdida física de la tierra, sino también la ruptura de lazos culturales, espirituales y comunitarios que sostienen la vida colectiva. Las mujeres, guardianas de la memoria y la cosmovisión de sus pueblos, al mismo tiempo se colocan a la vanguardia en la defensa de los territorios.

    El informe se nutre tanto de la revisión de estudios existentes como información recopilada a partirde entrevistas grupales en dos comunidades lencas y dos garífunas en noviembre de 2024, donde lasmujeres compartieron sus experiencias y análisis frente a desalojos recientes y pasados. Sus relatos muestran cómo los desalojos generan pérdida económica, violencia física y psicológica, criminalización, ruptura del tejido social y transmisión de traumas generacionales. Sin embargo, también ponen en evidencia la fuerza del trabajo colectivo y el liderazgo de las ujeres en la reocupación, defensa de tierras y en la creación de estrategias comunitarias para la sobrevivencia y resistencia.

    Las conclusiones destacan que los desalojos en Honduras son parte de una estrategia estructural que combina intereses estatales y privados para apropiarse de territorios ancestrales, e incluso trabajan en conjunto en la creación y aprobación de leyes que norma la violencia usada para apropiarse de los recursos, en contravía de los derechos constitucionales e internacionales que protegen a los Pueblos Indígenas.

    En este sentido se recomienda la derogación de marcos legales que criminalizan la defensa territorial, el cumplimiento de sentencias internacionales, y la creación de políticas públicas con perspectiva de género y el respeto a los derechos de los pueblos indígenas, como reconocer y fortalecer el papel de las mujeres indígenas como defensoras, garantizando la justicia, reparación y la continuidad de sus pueblos y territorios. Además, se recomienda un seguimiento con apoyo adicional para las mujeres, incluyendo capacitaciones, fortalecimiento de capacidades y cuidado comunitario, para asegurar que su participación y sus derechos sean sostenidos en el tiempo, así como su bienestar integral.

  • Los desalojos afectan de manera diferenciada a las mujeres indígenas, quienes cumplen un papel central en la producción de alimentos, el cuidado de la familia, la transmisión de conocimientos y el liderazgo comunitario. La pérdida de tierras ancestrales y viviendas conlleva no solo la disminución de su autonomía, sino también la ruptura profunda de su forma de vida y de los roles colectivos que sostienen a la comunidad y aporta a la vida nacional.

    Las siguientes son los hallazgos principales de este estudio:

    1. Despojo estructural, daño ambiental y pérdida cultural: Los desalojos responden a un patrón en el que intereses estatales y privados se apropian de territorios ancestrales, destruyen ecosistemas y rompen la relación cultural y espiritual de los Pueblos Indígenas con la tierra.

    2. Violencia múltiple y trauma generacional: Las mujeres sufren agresiones físicas, amenazas sexuales, violencia económica, difamación y criminalización, con impactos emocionales que aumentan la violencia intrafamiliar y dejan secuelas intergeneracionales.

    3. Sobrecarga y vulnerabilidad económica:

    La pérdida de tierras obliga a las mujeres a asumir solas la subsistencia familiar en condiciones de extrema precariedad, con escaso apoyo estatal y dependencia de la organización comunitaria.

    4. Ruptura del tejido social y condiciones inhumanas:

    Los desalojos destruyen viviendas, fuerzan desplazamientos y rompen redes comunitarias, dejando a mujeres y niños en condiciones de vida indignas y expuestas a racismo, sexismo y abandono estatal.

    5. Ausencia de garantías estatales:

    El Estado ejecuta desalojos arbitrarios mediante fuerzas de seguridad y documentos falsificados, criminaliza a las defensoras y las deja en mayor vulnerabilidad sin acceso a justicia ni protección.

    6. Resistencia y liderazgo con enfoque interseccional:

    Pese a la violencia, las mujeres indígenas lideran la defensa territorial, sostienen la organización comunitaria, transmiten fuerza a las generaciones, los jóvenes siguen la resistencia, están en la defensa y exigen políticas con enfoque de género, cosmovisión indígena y derecho a la autodeterminación.

  • “Estas tierras eran trabajaderos de los ancestros”



Con el motivo de proteger sus derechos territoriales constitucionales y convencionales, y de detener los desalojos ilegales en nuestra contra, hoy, más de 85 mujeres de Pueblos Indígenas y Negros en representación de los Pueblos Lenca, Maya-Chortí, Garífuna, Pech y Tolupán han llegado a Tegucigalpa para presentar un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia contra cuatro artículos relacionados con el delito de usurpación y desalojos preventivos del Decreto 93-2021 – aprobado, sancionado y publicado en 2021 –  ya que generan una violación a los derechos territoriales a la propiedad colectiva ancestral, al derecho a la consulta libre, previa e informada, y son contrarios a lo que establece la Constitución de la Republica y el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblo Indígenas y Tribales, y otros tratados internacionales.

Hasta la fecha no ha habido respuesta. Leer más.